¿Por qué Trump se enojó visiblemente con la pregunta del ‘T.A.C.O.’?
Por Alayna Treene y Phil Mattingly, CNN
Hubo una razón para la respuesta especialmente mordaz del presidente Donald Trump cuando un reportero le preguntó el miércoles sobre un nuevo término acuñado en relación con los aranceles del mandatario: T.A.C.O. (Trump Always Chickens Out, en español Trump siempre se acobarda).
Trump no había escuchado el término antes, según un alto funcionario de la Casa Blanca que reconoció ante CNN que el presidente fue tomado por sorpresa. Trump lo dijo en ese momento: “Nunca había escuchado eso”, antes de calificarla como “la pregunta más desagradable”.
“Pensó que el reportero lo estaba llamando gallina”, dijo el funcionario, agregando que Trump estaba “razonablemente” frustrado con la frase.
El acrónimo fue acuñado a principios de mayo por un columnista del Financial Times y ahora es utilizado como abreviatura por algunos en Wall Street para indicar que los operadores no deberían preocuparse demasiado por las amenazas arancelarias de Trump, ya que normalmente se retracta.
Trump también expresó su frustración a su equipo tras el intercambio, según fuentes familiarizadas con el asunto. No solo le molestó el término en sí, sino también que su equipo no le hubiera informado sobre la frase que estaba ganando popularidad.
Esto muestra qué es lo que más puede ofender a Trump: le molestó claramente la idea de que la gente perciba sus ajustes arancelarios como una señal de debilidad. La reacción de Trump en tiempo real también demostró su visión de que esa abreviatura minimizaba lo que él considera una táctica esencial de negociación comercial. El miércoles explicó que a veces establece “un número ridículamente alto” para los aranceles y luego cede si otras naciones acceden a sus demandas.
“Claramente le molestó, principalmente porque demostraba una falta de comprensión sobre cómo realmente utiliza esas amenazas como palanca”, dijo una persona familiarizada con el asunto. “Pero obviamente no es alguien que vea con buenos ojos la debilidad, así que la idea de que alguien piense eso respecto de sus acciones no le sienta bien”, agregó.
Solo en la última semana, Trump ha amenazado con aranceles del 50 % a la Unión Europea, luego extendió el plazo a cambio de negociaciones más concretas y ha amenazado con reavivar su guerra comercial con China para asegurar el cumplimiento del acuerdo del mes pasado. El mes pasado, también impuso un arancel del 145 % a productos chinos importados, antes de reducirlo al 30 % este mes.
El recorrido del acrónimo T.A.C.O. hasta la Oficina Oval es, en sí mismo, una narrativa reveladora sobre el entorno informativo actual.
Se originó en una columna del 2 de mayo de Robert Armstrong, comentarista del Financial Times y autor del popular boletín financiero Unhedged de la publicación.
Armstrong acuñó la frase para describir la frecuente disposición de Trump a retractarse, pausar o hacer excepciones a sus amenazas arancelarias más amplias. La idea, en resumen, es que las amenazas de Trump creaban un patrón de caída de las acciones, solo para verlas repuntar cuando cambiaba de rumbo semanas después.
Utilizó el término para tratar de explicar la tendencia alcista que se produjo a finales de abril, sobre la que escribió que “tenía mucho que ver con que los mercados se dieran cuenta de que el Gobierno de EE.UU. no tiene mucha tolerancia a la presión económica y del mercado, y retrocede rápidamente cuando los aranceles causan dolor. Esta es la teoría T.A.C.O.: Trump Always Chickens Out”.
El acrónimo se convirtió en una especie de broma recurrente en el rincón financiero de Twitter, esa esquina informativa y generalmente humorística de X donde comentaristas y analistas financieros debaten los temas más interesantes, influyentes o, a veces, arcanos del día.
En pocas semanas, la “operación T.A.C.O.” se convirtió en un tema habitual en las conversaciones de Wall Street y empezó a aparecer en notas para clientes de analistas y economistas financieros. La rápida adopción del acrónimo en el léxico financiero sorprendió al propio Armstrong, quien ha sido muy crítico con los méritos económicos de los aranceles de Trump.
“Los misterios de las redes sociales y de los medios en general siguen siendo completamente desconocidos para mí”, dijo Armstrong en el podcast Unhedged del Financial Times.
“El resultado que realmente, realmente espero que no ocurra es que esto tenga algo que ver con que el presidente deje de acobardarse habitualmente. Dejémoslo claro: acobardarse es bueno y algo que debe celebrarse. Acobardarse ante una mala política: ¡hurra!”, añadió Armstrong.
Trump dejó claro al reportero el miércoles que prefería otra descripción.
“¿A eso le llamas acobardarse?”, preguntó Trump. “Eso se llama negociación”, dijo.
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Kylie Atwood contribuyó a este reportaje.