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Resumen del juicio de “Diddy”: exasistente detalla múltiples presuntas agresiones sexuales por parte de Sean Combs

Por Lauren del Valle, Nicki Brown, Kara Scannell y Eric Levenson, CNN

Una exempleada de Sean “Diddy” Combs fue la figura central en su juicio penal federal este jueves y testificó que él la agredió física y sexualmente en múltiples ocasiones durante el tiempo que trabajó para él.

Se espera que la empleada, quien testifica bajo el seudónimo “Mia”, regrese al estrado el viernes para concluir la tercera semana de testimonios. La fiscalía ha indicado que se espera que el caso dure unas cinco semanas.

Combs se ha declarado inocente de los cargos de conspiración para delinquir, tráfico sexual y transporte con fines de prostitución. Si es declarado culpable, podría enfrentar una condena de hasta cadena perpetua.

La fiscalía ha declarado que Combs y algunos de su círculo íntimo actuaron como una organización criminal y recurrieron a amenazas, violencia, drogas, sobornos, incendios provocados, secuestros y mentiras para obligar a su exnovia Cassie Ventura a participar en “Freak Offs” y proteger la reputación del magnate musical.

La defensa ha reconocido que Combs fue violento con parejas sentimentales y que tenía “una vida sexual un poco diferente”, pero argumenta que no ha cometido los delitos federales que se le imputan.

Esto es lo que supimos del testimonio del jueves.

Mia, quien trabajó como asistente personal de Combs y para Revolt Films de 2009 a 2017, dijo que él la agredió sexualmente en múltiples ocasiones.

Hablando casi en susurros y, en ocasiones, rompiendo en llanto, Mia contó que la primera vez que Combs la agredió sexualmente fue a los pocos meses de empezar a trabajar para él, cuando estaban en el hotel Plaza de Nueva York para su fiesta de cumpleaños 40. Dijo que Combs pidió hablar con ella en la cocina y le ofreció dos tragos de vodka que ella bebió. Afirmó que las bebidas “me impactaron bastante”.

Contó que se sorprendió cuando Combs se inclinó para besarla contra la pared y le metió el brazo por debajo del vestido. Mia dijo que lo siguiente que recuerda es estar sentada en una silla en otra habitación mientras amanecía.

En otro incidente, que según su testimonio ocurrió en 2009 o 2010, Mia declaró que estaba dormida en una litera inferior en la casa de Combs en Los Ángeles cuando él se subió encima de ella y la violó. La puerta estaba sin seguro porque, de acuerdo con las reglas de la casa de Combs, no le estaba permitido cerrarla con llave.

Mia también testificó sobre otro incidente que, según dijo, ocurrió en la casa de Combs en Los Ángeles. Relató que estaba empacando una bolsa en el piso del clóset del dormitorio de Combs cuando él apareció con el pene fuera. “Me agarró la cabeza y me la metió ahí”, dijo.

Mia afirmó que nunca inició contacto sexual con Combs ni le expresó que quería tener relaciones con él. Aseguró que se “paralizaba” y no reaccionaba durante cada incidente.

Agregó durante su testimonio que nunca le dijo “no” durante las agresiones sexuales porque temía que Combs la despidiera, arruinara su futuro o la lastimara físicamente.

“No podía decirle que no, ni siquiera a un sándwich, ni a nada. De ninguna manera podía decirle que no”, dijo Mia.

Mia también testificó que nunca acudió al departamento de recursos humanos de la empresa porque estaban ahí para “castigar”, no para proteger, y dijo que no creía que nadie le fuera a creer.

Mia afirmó que “absolutamente” no quería hablar de estos incidentes, pero sintió una obligación moral de hacerlo ahora porque “cuando te asustan para que guardes silencio, estas cosas siguen ocurriéndole a otros”, dijo.

“Es lo más traumático y lo peor que me ha pasado en la vida”, expresó Mia.

Mia también detalló varios episodios en los que Combs la agredió físicamente, le arrojó objetos o le gritó.

Mia testificó que a veces Combs la trataba como su mejor amiga o socia de trabajo. Otras veces, la trataba “como una basura sin valor”.

En una ocasión, según testificó Mia, Combs le hizo un encargo, pero antes de atenderlo fue a su habitación a buscar un tampón, lo que provocó que Combs iniciara una “humillante reprimenda” frente a todos los presentes. Cuando ella le dijo que necesitaba cambiarse el tampón, él le arrojó “agresivamente” un plato de espagueti, aunque el plato no la alcanzó, relató.

Después de ese momento, salió corriendo descalza y se escondió en unos arbustos hasta que más tarde esa noche fue a un hotel, testificó.

En otro incidente, cuando el Wi-Fi de Combs no funcionaba, él le lanzó una computadora a la cabeza, pero falló, de acuerdo con su testimonio.

Mia describió el ambiente laboral con Combs como “caótico” y “tóxico”, determinado por el estado de ánimo siempre cambiante de Combs.

Mia dijo que tenía 25 o 26 años cuando solicitó por primera vez trabajar para Combs. Cuando ella y la jefa de recursos humanos fueron al apartamento de Combs para una entrevista, él abrió la puerta en ropa interior, según su testimonio. La empleada de recursos humanos se fue después de presentarlos, y Combs luego se puso más ropa, relató Mia.

La exasistente contó que no durmió durante sus primeras 24 horas en el trabajo y que trabajar largas jornadas con poco sueño era lo habitual. En una ocasión, dijo que trabajó cinco días seguidos sin dormir, usando Adderall de liberación prolongada para mantenerse despierta.

Al jurado se le mostró una lista de responsabilidades laborales que Mia escribió en noviembre de 2011. La lista incluía “PROTEGERLO EN TODO MOMENTO” y “anticipar sus necesidades, caprichos y estados de ánimo”. También escribió que Combs podía pedirle hacer “17.000 cosas al mismo tiempo”, desde “tronarle los nudillos hasta escribir su próxima película o preparar su declaración de impuestos”.

Mia dijo que no le estaba permitido salir de las casas de Combs sin su permiso. Solo el personal de seguridad de Combs podía cerrar con llave sus puertas, de acuerdo con las reglas de él, testificó Mia.

Durante aproximadamente un año, Mia testificó que fue la única asistente personal. Al preguntarle cómo se sentía en ese periodo, respondió: “No tenía tiempo de sentir. Pero, la verdad, estaba como loca”.

En el estrado, Mia recordó incidentes de violencia física de Combs contra su entonces novia Cassie Ventura, incluyendo uno en el que Mia temió que Combs fuera a matar a Ventura.

Un incidente, descrito por primera vez en el estrado por Ventura, ocurrió en el apartamento de Ventura. Mia dijo que ella y el estilista Deonte Nash, quien comenzó su testimonio el miércoles y lo concluyó el jueves, presenciaron cómo Combs agredía a Ventura e intentaron intervenir. Con la voz entrecortada, Mia relató que vio a Combs levantar a Ventura y pensó: “¿La va a matar?”.

“Sus ojos se pusieron como negros y era como si no hubiera forma de llegar a él”, dijo sobre la actitud de Combs durante el incidente. “Yo intentaba que se detuviera y era como si mirara a través de mí”.

Mia dijo que Combs golpeó la cabeza de Ventura contra la esquina de una cama, abriéndole una herida. Al jurado se le mostró anteriormente en el juicio una foto de una cicatriz en la ceja que Ventura dijo que resultó de esa agresión.

Después, Combs le ordenó a Mia que contactara a una asistente para programar una cita médica y que dijera que Ventura se había caído porque estaba ebria, de acuerdo con el testimonio de Mia.

En 2012, durante un viaje a las Islas Turcas y Caicos con Combs y Ventura, Mia relató que Ventura la despertó corriendo a su habitación y gritando que Combs “la iba a matar”.

En otro incidente en las Islas Turcas y Caicos, Mia testificó que ella y Ventura intentaron escapar de Combs y se alejaron en tablas de paddle surf mar adentro mientras Combs les gritaba desde la playa. Cuando el cielo se oscureció, tuvieron que decidir si era “más aterrador enfrentar a la naturaleza o regresar con Puff”, contó. Finalmente, regresaron a la orilla.

En general, Mia dijo que nunca vio a Ventura defenderse. “Solo la he visto con los brazos en alto, para que él se detuviera”, relató.

Mia afirmó que nunca denunció nada a la policía.

“Yo creía que la autoridad de Puff estaba por encima de la policía”, dijo. La confidencialidad era lo más importante para él, testificó Mia, y ella “se suponía que debía protegerlo de la gente”.

Deonte Nash, estilista de celebridades que trabajó con Combs y Ventura durante aproximadamente una década, testificó durante el contrainterrogatorio este jueves por la mañana que “siempre” tuvo preocupaciones por la seguridad de Ventura.

Estos comentarios surgieron cuando el abogado defensor Xavier Donaldson le preguntó a Nash sobre su testimonio previo, en el que dijo haber visto a un hombre entrar a la habitación de hotel de Ventura y Combs durante el Año Nuevo de 2016-2017. Nash dijo que se fue de la habitación después de que Ventura le dijera que Combs quería invitar a otro hombre.

Donaldson sugirió que, dado que Nash se fue sin hacer preguntas, no debía tener preocupaciones sobre la seguridad de Ventura.

“Siempre las tuve”, respondió Nash.

“En esta situación, de todos modos saliste de la habitación, ¿correcto?”, preguntó Donaldson poco después.

“Sí”, respondió Nash.

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