Skip to Content

Jueza federal impide que el Gobierno de Trump prohíba a Harvard matricular estudiantes internacionales

Por CNN

Una jueza federal paralizó temporalmente la prohibición del Gobierno de Trump a la Universidad de Harvard de matricular estudiantes internacionales.

La jueza de distrito estadounidense Allison Burroughs falló horas después de que la universidad más antigua y rica del país presentara la demanda el viernes.

Harvard argumentó que la revocación de su certificación en el Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio era una “clara represalia” por su rechazo a las demandas políticas de raíces ideológicas de Gobierno.

Burroughs es la misma jueza que examina otra demanda de Harvard contra la congelación de US$2.650 millones en fondos federales.

La demanda de la institución argumenta que la decisión del jueves viola la ley.

“Es el último acto del Gobierno en clara represalia por el ejercicio por parte de Harvard de su derecho, amparado en la Primera Enmienda, a rechazar las exigencias del Gobierno de controlar la gobernanza de Harvard, su plan de estudios y la ‘ideología’ de sus profesores y estudiantes”, según una copia de la demanda facilitada por Harvard.

El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos dijo en un comunicado el jueves que “Harvard ya no puede matricular a estudiantes extranjeros y los estudiantes extranjeros existentes deben transferirse o perder su estatus legal”.

La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, ordenó a su Departamento que pusiera fin a la certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVP, por sus siglas en inglés) de Harvard, citando la negativa de la universidad a entregar los registros de conducta de los estudiantes extranjeros solicitados por el DHS el mes pasado.

La decisión podría afectar a más de una cuarta parte del alumnado de Harvard, que es mayoritariamente internacional, y que ahora se encuentra sumido en la ansiedad y la confusión tras el anuncio. Profesores advierten de que un éxodo masivo de estudiantes extranjeros amenaza con sofocar la excelencia académica de la institución, incluso mientras lucha contra la administración por su autonomía ideológica.

La Casa Blanca indicó este jueves que “matricular a estudiantes extranjeros es un privilegio, no un derecho” y acusó a la dirección de Harvard de convertir “su otrora gran institución en un semillero de agitadores antiestadounidenses, antisemitas y proterroristas”.

“Han fracasado repetidamente en tomar medidas para abordar los problemas generalizados que afectan negativamente a los estudiantes estadounidenses y ahora deben afrontar las consecuencias de sus acciones”, dijo a CNN la portavoz de la Casa Blanca, Abigail Jackson.

Harvard y funcionarios del Gobierno de Trump han estado en conflicto durante meses, ya que la administración exige que la universidad realice cambios en la programación del campus, políticas, contrataciones y admisiones para erradicar el antisemitismo en el campus y eliminar lo que llama “prácticas racistas de ‘diversidad, equidad e inclusión’”. La administración se ha enfocado en estudiantes y personal extranjero que considera participaron en protestas polémicas en el campus por la guerra entre Israel y Hamas.

Sin embargo, la dirección de la universidad argumenta que muchas de las solicitudes, incluida una “auditoría” del “punto de vista” de sus estudiantes y personal, van mucho más allá del papel del Gobierno federal y podrían violar los derechos constitucionales de Harvard.

Noem dijo que Harvard puede recuperar su capacidad para matricular estudiantes internacionales si presenta cinco años de registros relacionados con la conducta de los estudiantes internacionales “en un plazo de 72 horas”, según la carta que envió a la universidad este jueves y publicó en redes sociales.

Harvard es una de decenas de universidades estadounidenses que enfrentan demandas similares del Gobierno de Trump, pero ha surgido como la defensora más firme de su independencia académica.

La universidad condenó rápidamente la revocación del SEVP calificándola de “ilegal”, y dijo en un comunicado que está “totalmente comprometida a mantener la capacidad de Harvard para recibir estudiantes y académicos internacionales, que provienen de más de 140 países y enriquecen a la universidad –y a esta nación– de manera inconmensurable”.

“Trabajamos rápidamente para proporcionar orientación y apoyo a los miembros de nuestra comunidad. Esta acción de represalia amenaza con perjudicar gravemente a la comunidad de Harvard y a nuestro país, y socava la misión académica y de investigación de Harvard”, dijo Jason Newton, portavoz de la universidad.

La universidad tiene una enorme población de estudiantes extranjeros que podría verse afectada. Afirma tener 9.970 personas en su comunidad académica internacional, y los datos muestran que 6.793 estudiantes internacionales representan el 27,2 % de su matrícula en el año académico 2024-25.

Como muchas otras universidades, Harvard recibió fuertes críticas el año pasado por su manejo de las protestas y campamentos propalestinos tras el inicio de la guerra entre Israel y Hamas, así como por las quejas de exalumnos y estudiantes judíos sobre el antisemitismo en el campus.

Informes publicados el mes pasado por dos grupos de trabajo de Harvard concluyeron que tanto los estudiantes judíos como los musulmanes temieron por su seguridad durante el año académico 2023-24 y experimentaron profundos sentimientos de alienación y censura académica en el campus. Los informes incluyeron amplias recomendaciones y cambios de políticas como remedio, algunos de los cuales Harvard ya ha implementado.

Harvard también ha realizado algunos cambios para cumplir con las solicitudes de la administración Trump, incluyendo cambiar el nombre de su Oficina de Equidad, Diversidad, Inclusión y Pertenencia a Comunidad y Vida en el Campus.

Pero Noem, en una carta dirigida a Harvard el jueves, acusó a la universidad de “perpetuar un ambiente universitario inseguro que es hostil al estudiante judío, promueve simpatías hacia Hamas y emplea prácticas racistas de ‘diversidad, equidad e inclusión’”. No mencionó a los estudiantes musulmanes ni árabes.

La administración ha impuesto a Harvard severas represalias, incluyendo la congelación de US$ 2.200 millones en fondos federales, una medida que la universidad está impugnando en los tribunales. El Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés) también está planeando rescindir la exención de impuestos de Harvard, según informaron a CNN dos fuentes familiarizadas con el asunto.

La administración Trump parece dispuesto a hacer de Harvard un ejemplo mientras amenaza con castigos similares a otras instituciones si no cooperan.

“Esto debe ser una advertencia para todas las demás universidades: pónganse en orden”, dijo Noem en Fox News.

Algunos estudiantes y miembros del personal de Harvard quedaron atónitos por el anuncio, que ha dejado a miles de estudiantes en el limbo mientras lamentan su vínculo con una universidad a la que muchos de ellos lucharon arduamente por ingresar.

“Las personas que soñaban con venir a Estados Unidos a estudiar, a absorber las tradiciones estadounidenses, a impulsar la ciencia… ahora están viendo sus vidas destrozadas”, declaró a CNN Larry Summers, presidente emérito de Harvard y exsecretario del Tesoro.

Summers dijo que la última ronda de “ataques” de la administración Trump se produce “sin el debido proceso, sin ninguna indicación de cuál es específicamente el problema” y que las consecuencias “recaerán principalmente sobre personas cuya culpa seguramente no es”.

Jared, un joven neozelandés de 18 años, dijo a CNN que se sintió profundamente abrumado al enterarse de que era posible que no pueda comenzar su licenciatura en la universidad de la Ivy League este otoño.

“Para mí, es una de las mejores universidades del mundo, si no la mejor”, dijo Jared, contrastando la noticia con el “momento realmente especial” que él y su familia sintieron al enterarse en marzo de que lo habían aceptado en Harvard para estudiar Sociología.

Jared estaba en proceso de solicitar su visa de estudiante y preparándose para mudarse 14.500 kilómetros a Boston cuando se enteró del anuncio de la administración Trump.

Ahora está en el limbo, considerando otros recursos que la universidad podría ofrecer, como la educación en línea.

“No tiene sentido que me preocupe demasiado por algo que no puedo controlar; solo estoy concentrado en hacer lo que sí puedo controlar”, dijo.

Los estudiantes internacionales de Harvard también se enfrentan a un futuro incierto. Karl Molden, de Austria, estudiante de tercer año, está de viaje al extranjero y dice que le aterra no poder regresar al campus. Los estudiantes internacionales se han estado enviando mensajes con nerviosismo, comentó.

“Muchos de nosotros hemos trabajado toda la vida para llegar a una universidad como Harvard, y ahora tenemos que esperar para ver si tendremos que transferirnos y enfrentar dificultades con las visas”, dijo Karl Molden, estudiante de tercer año originario de Austria.

Molden está viajando al extranjero y teme no poder regresar al campus. Dijo que los estudiantes internacionales se han estado enviando mensajes nerviosos entre sí. Algunos se preguntan si podrán completar sus prácticas de verano y otros temen no poder conseguir la generosa ayuda financiera que reciben en Harvard en otra universidad.

Los estudiantes internacionales están siendo usados como “una pelota en esta lucha más grande entre la democracia y el autoritarismo”, dijo.

“Viniendo de Austria, estoy un poco más familiarizado… con el manual autoritario y cómo los autoritarios pueden destruir democracias”, añadió. “Lo que he estado viendo en EE.UU. en los últimos meses es eso”.

Algunos empleados de Harvard temen que vaciar la universidad de sus estudiantes extranjeros debilite el poder académico tanto de la institución como, potencialmente, de la academia estadounidense en general.

El profesor de economía de Harvard y exfuncionario de la administración Obama, Jason Furman, calificó la medida de “horrenda en todos los sentidos”.

“Es imposible imaginar Harvard sin nuestros increíbles estudiantes internacionales. Son un gran beneficio para todos aquí, para la innovación y para Estados Unidos en general”, comentó Furman. “La educación superior es una de las grandes exportaciones de Estados Unidos y una fuente clave de nuestro poder blando. Espero que esto se detenga rápidamente antes de que el daño empeore”.

Otro profesor familiarizado con la situación dijo a CNN que si la medida entra en vigor, teme que “muchos laboratorios se vacíen”.

El embajador de Australia en EE.UU., Kevin Rudd, dijo que la medida “será angustiante para los muchos estudiantes australianos de Harvard” y está ofreciéndoles asesoría consular mientras monitorean de cerca la situación.

El capítulo de Harvard de la Asociación Estadounidense de Profesores Universitarios (AAUP, por sus siglas en inglés) dijo en un comunicado que “condena en los términos más enérgicos posibles el asalto inconstitucional de la administración Trump contra nuestros estudiantes internacionales”.

El grupo de profesores dijo que la decisión “expande el asalto aterrador de la administración Trump contra los estudiantes y académicos internacionales en Estados Unidos”.

“Los estudiantes internacionales son miembros esenciales de la comunidad de Harvard”, continuó el comunicado.

The-CNN-Wire
™ & © 2025 Cable News Network, Inc., a Warner Bros. Discovery Company. All rights reserved.

Article Topic Follows: CNN

Jump to comments ↓

CNN Newsource

BE PART OF THE CONVERSATION

News-Press Now is committed to providing a forum for civil and constructive conversation.

Please keep your comments respectful and relevant. You can review our Community Guidelines by clicking here.

If you would like to share a story idea, please submit it here.

Skip to content