Israel lanza nueva gran ofensiva en Gaza y la ONU dice que la situación de los palestinos está “más allá de lo inhumano”
Por Mohammed Tawfeeq, Jeremy Diamond, Ibrahim Dahman y Eyad Hourdi, CNN
Israel lanzó una nueva ofensiva de gran envergadura en Gaza con el objetivo, según dice, de destruir a Hamas y liberar a los rehenes, lo que ha provocado la condena de las Naciones Unidas y de organizaciones humanitarias que advierten que la población civil se está llevando la peor parte de este ataque ampliado.
Más de 150 personas han muerto y otras 459 han resultado heridas en las últimas 24 horas, según informó este sábado el Ministerio de Sanidad palestino en Gaza, lo que se suma al creciente número de víctimas después de días de intensos ataques israelíes.
“La situación de los palestinos en Gaza es indescriptible, (está) más allá de lo atroz y más allá de lo inhumano”, dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en un mensaje publicado el sábado en X.
“La política de asedio y hambruna es una burla al derecho internacional. El bloqueo a la ayuda humanitaria debe terminar inmediatamente. Este es un momento para la claridad moral y la acción”, añadió Guterres.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dijeron en un comunicado a última hora del viernes que lanzaron “amplios ataques y movilizaron fuerzas para apoderarse de áreas estratégicas de Gaza, como parte de los movimientos iniciales de la Operación ‘Carrozas de Gedeón’ y de la expansión de la campaña en Gaza, para lograr todos los objetivos de la guerra, incluida la liberación de los rehenes y la derrota de Hamas”.
El acontecimiento se produce cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acaba de concluir una visita a Medio Oriente sin lograr un acuerdo de alto el fuego y después de que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijera a principios de este mes que la población de Gaza sería desplazada hacia el sur tras la aprobación por parte de su gabinete de seguridad de una operación militar ampliada que un ministro describió como un plan para “conquistar” el territorio.
El anuncio de las FDI también se produce poco después de que el Ministerio de Sanidad palestino marcara un sombrío hito en la guerra. El jueves, el ministerio declaró que el número de personas muertas por la ofensiva israelí en Gaza desde los ataques del 7 de octubre de 2023 supera ya las 53.000, la mayoría de las cuales son mujeres y niños.
El Dr. Munir Al-Sultan, director del Hospital Indonesio de Beit Lahiya, en el norte de Gaza, declaró el viernes que se produjeron “explosiones extremadamente intensas” en los alrededores del hospital, que cortaron las conexiones con los respiradores que algunos de sus pacientes necesitan para mantenerse con vida.
Raed Radwan, un residente desplazado en el barrio de Sheikh Radwan, dijo este sábado a CNN que sentía temblar el suelo desde el amanecer debido a las explosiones en el enclave.
“Muchas personas que ayer no pudieron huir debido a la intensidad de los bombardeos ahora se están trasladando”, dijo.
“Tras el anuncio de la nueva operación militar, los precios de los alimentos se dispararon. Los productos que quedan en los mercados o que se venden en las calles se han vuelto extremadamente caros”, dijo Radwan, añadiendo que hay un movimiento “significativo” de personas desde el norte de Gaza hacia el sur y que los costos de transporte se han disparado.
“La situación en Gaza es desgarradora, inimaginable. Es difícil de describir”, dijo Nael Rahmi, del barrio de Al-Nasr en Gaza.
“La gente huye sólo con la ropa que lleva puesta, sin poder transportar ningún objeto personal”.
La nueva ofensiva israelí se produce en medio de lo que parecen ser crecientes diferencias entre los gobiernos de Estados Unidos e Israel. Trump dijo la semana pasada que quería el fin de la “guerra brutal” en Gaza y no visitó Israel durante su gira por Medio Oriente esta semana.
Además, este mes prescindió de Israel en dos ocasiones a la hora de alcanzar acuerdos bilaterales con grupos extremistas regionales. Hamas liberó a un rehén israelí-estadounidense la semana pasada, y los hutíes acordaron dejar de disparar contra barcos estadounidenses en el mar Rojo, al tiempo que se comprometían a seguir luchando contra Israel.
El miércoles, Trump negó que Israel hubiera sido marginado. “Esto es bueno para Israel”, dijo. Pero el jueves dijo que quería que Estados Unidos “tomara” Gaza y la convirtiera en una “zona de libertad”.
“Tengo ideas para Gaza que creo que son muy buenos, (como) convertirla en una zona de libertad, que Estados Unidos se involucre y la convierta en una zona de libertad”, dijo Trump en Qatar.
Durante su estancia en el golfo, Trump también reconoció que la gente está muriendo de hambre en Gaza y dijo que Estados Unidos tendría la situación “atendida”.
“Nos estamos ocupando de Gaza. Y vamos a ocuparnos de eso. Mucha gente se muere de hambre”, declaró a la prensa en Abu Dhabi.
Mientras tanto, en la capital iraquí, líderes árabes se reunieron este sábado para una cumbre en la que se espera que discutan la guerra en Gaza, con la asistencia del emir de Qatar, el jeque Tamim bin Hamad Al Thani, el presidente de Egipto, Abdel Fattah Al Sisi, y el presidente del Gobierno Autónomo Palestino, Mahmoud Abbas. Guterres, titular de la ONU, y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, también figuran entre los asistentes a la cumbre de Bagdad.
Mientras la situación de los civiles palestinos se hace cada vez más desesperada, las agencias de la ONU piden una acción urgente.
Se calcula que unas 436.000 personas se han visto obligadas a desplazarse desde marzo, según un informe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, cuando Israel lanzó una nueva campaña terrestre como parte de su renovado asalto al enclave.
Durante casi 11 semanas, Israel ha impuesto un asedio total a Gaza, negando la entrada de alimentos, suministros médicos y otro tipo de ayuda a los más de dos millones de palestinos que viven en el territorio.
Israel afirma que el bloqueo, junto con la ampliación de los bombardeos militares sobre Gaza, tiene por objeto presionar a Hamas para que libere a los rehenes retenidos en el enclave, pero las organizaciones internacionales afirman que viola el derecho internacional, y muchas acusan a Israel de utilizar el hambre como arma de guerra.
Un estudio de la ONU advirtió esta semana de que una de cada cinco personas en Gaza se enfrenta a la inanición y que toda la población de Gaza corre un “alto riesgo” de hambruna, el tipo más grave de crisis por hambre.
Estados Unidos e Israel respaldan la recién creada Fundación Humanitaria de Gaza, un mecanismo estrictamente controlado para las entregas de ayuda a Gaza que pretende suplantar el papel tradicional de las agencias de la ONU en el reparto de ayuda al enclave.
El director ejecutivo de la fundación, Jake Wood, declaró el viernes a CNN que Israel ha accedido a permitir la entrada de algunos alimentos en Gaza antes de que se ponga en marcha a finales de este mes un mecanismo recién aprobado para las entregas de ayuda, pero aún no sabía cuándo ni cuántos camiones de ayuda permitiría Israel.
El gobierno israelí no se ha dejado influir por la creciente oleada de críticas internacionales al bloqueo de la ayuda que llega a Gaza, que ya va por su tercer mes.
Netanyahu declaró a principios de esta semana: “Estamos destruyendo cada vez más hogares, no tienen adónde volver. El único resultado inevitable será el deseo de los gazatíes de emigrar fuera de Gaza”. Se trata de un objetivo que Trump había apoyado poco después de llegar al poder.
Israel lanzó la guerra después de que Hamas y otros grupos armados palestinos llevaran a cabo un ataque sorpresa en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, matando a 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomando 251 rehenes. Este ataque supuso el atentado terrorista más mortífero de la historia de Israel.
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