Exclusiva: una revisión interna revela que la FEMA “no está preparada” para la temporada de huracanes
Por Gabe Cohen, CNN
Los preparativos para huracanes en la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) se han ralentizado considerablemente, y la agencia de ayuda ante desastres “no está preparada” para el inicio de la temporada, el 1 de junio, según una revisión interna obtenida por CNN.
El documento, elaborado por orden del nuevo administrador interino, David Richardson, como parte de un ejercicio para resolver problemas dentro de la FEMA, detalla las dificultades que ha enfrentado la agencia en los últimos meses y destaca varias señales de alerta de cara a la temporada de huracanes, entre ellas una incertidumbre general sobre su misión, falta de coordinación con los estados y otras agencias federales, baja moral y nueva burocracia que, probablemente, ralentizará las respuestas.
“A medida que la FEMA se transforma para operar con una presencia más reducida, la intención para esta temporada de huracanes no está bien comprendida”, indica el documento. “Por lo tanto, la FEMA no está preparada”.
El presidente Donald Trump y sus aliados han criticado a la FEMA durante meses por considerarla ineficaz e innecesaria. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem —cuyo departamento supervisa la FEMA— ha prometido “eliminar” la agencia. El anterior administrador interino de la FEMA, el exmiembro de los comandos SEALs de la Armada Cameron Hamilton, fue despedido la semana pasada tras decir al Congreso que no creía que la agencia debiera ser eliminada.
Richardson —funcionario del Departamento de Seguridad Nacional, excombatiente de la Infantería de Marina e instructor de artes marciales— está ahora al mando y ha prometido hacer cumplir la agenda del presidente Trump. En una reunión general con el personal en su primer día en la FEMA, Richardson dijo que “pasará por encima” de cualquiera que intente impedirle cumplir la misión del presidente.
“[La] FEMA es parte del Departamento de Seguridad Nacional, y no lo olviden”. dijo Richardson al personal de la agencia. “Yo, y solo yo, hablo en nombre de [la] FEMA. Soy el representante del presidente en [la] FEMA, y estoy aquí para llevar a cabo la voluntad del presidente Trump”.
Al igual que Hamilton, Richardson aparentemente no tiene experiencia previa en la gestión de desastres naturales. Mientras asume el liderazgo, continuará desempeñando su otro cargo en la Oficina de Lucha Contra las Armas de Destrucción Masiva, del Departamento de Seguridad Nacional, según múltiples fuentes informadas sobre la decisión.
CNN ya había informado sobre los problemas continuos de la FEMA en la preparación para los huracanes, pero el memorando recientemente obtenido representa la evaluación interna más importante hasta ahora que sugiere que los estadounidenses podrían enfrentar una respuesta reducida de la FEMA ante desastres este año.
La mayoría de los preparativos para huracanes “se han descarrilado este año debido a otras actividades como contrataciones y contratos,” indica el documento.
Las operaciones de la FEMA han estado fragmentadas en los últimos meses, con una coordinación limitada entre agencias. También se han suspendido las capacitaciones, y no se han llevado a cabo ejercicios críticos ni colaboraciones con socios estatales. Al mismo tiempo, la moral dentro de la agencia ha caído en picada desde que Trump asumió la presidencia, dijeron más de una docena de funcionarios de la FEMA a CNN, ya que el personal enfrenta ataques públicos por parte de funcionarios de la administración, pruebas de detector de mentiras para identificar filtraciones a los medios y amenazas de recortes drásticos de personal.
“Si una organización escucha que debe ser eliminada o abolida, los recursos y la cooperación no estarán disponibles”, señala la revisión interna. “[La] intención no puede ser desmantelar y al mismo tiempo estar lista para apoyar al país en una respuesta mayor”.
La agencia de socorro en casos de desastre, que emplea a más de 20.000 trabajadores, ha perdido aproximadamente el 30 % de su personal a tiempo completo debido a despidos y adquisiciones del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), incluyendo a algunos de sus directivos más experimentados y capacitados, según informaron fuentes a CNN. Además, los miles de empleados de la FEMA que prestan servicios de cara al público durante la respuesta al desastre, muchos de los cuales trabajan con contratos de 2 a 4 años, ahora deben recibir la aprobación individual de la oficina de Noem para una extensión de contrato.
“Lo que los estadounidenses verán es un Gobierno federal que estará completamente ausente o, si está presente, fallará al intentar entregar recursos de respuesta y recuperación,” dijo a CNN un líder operativo de la FEMA.
La fuga de talentos en el liderazgo y los recortes de personal podrían agotar los recursos y el personal durante su despliegue en desastres, que a menudo se superponen. Además, la creciente inestabilidad en la agencia ha generado incertidumbre entre los funcionarios sobre la misión y los objetivos de la FEMA, una vez que comience la temporada de huracanes.
“No se me ocurre una forma más adversa de afrontar la temporada de huracanes. Todos estamos nerviosos y sin esperanza”, declaró a CNN un veterano funcionario de la FEMA que trabaja directamente en la respuesta a desastres. “No confiamos en que, cuando haya que tomar decisiones con tiempo limitado que afecten la vida de las personas, esas decisiones cuenten con respaldo”.
En una entrevista reciente con un canal de radio conservador, Richardson enfatizó que la agencia estará bien preparada para la temporada de huracanes mientras completa su “sesión de resolución de problemas complejos”, y agregó que no hay incertidumbre en la FEMA sobre la misión de la agencia.
“Ya estamos formando equipos que irán al terreno para evaluar la preparación a nivel estatal”, dijo Richardson. “Así que estaremos listos, cumpliremos con el objetivo del presidente y nos aseguraremos de que el pueblo estadounidense esté seguro. Quizás lo hagamos un poco diferente. Seremos criticados por ello. Pero lo haremos con mucha, mucha eficacia”.
Mientras tanto, los funcionarios de Trump están considerando aumentar drásticamente el umbral para que los estados califiquen para la asistencia federal por desastre, lo que cumpliría la promesa del presidente de transferir mayor responsabilidad de la respuesta y recuperación ante desastres a los estados. Sin embargo, hasta el momento, la administración no ha emitido una decisión final sobre estos cambios. En una audiencia en el Capitolio el miércoles, Noem declaró a los legisladores que “no existe un plan definitivo y formalizado” sobre cómo la administración gestionará los desastres.
Pero los funcionarios de la administración han dejado claro que planean reformar aún más la misión de la FEMA y reducir sus operaciones. “La intención es reducir la influencia de la FEMA. Hacerlo de forma lógica, con quema controlada, para garantizar que los estados asuman la carga y la FEMA no aproveche [eso]”, dice el documento obtenido por CNN.
El presidente Trump ha creado un consejo de revisión de la FEMA, que se espera presente recomendaciones para reformar la agencia. Sin embargo, entre los administradores de emergencias federales y estatales crece la preocupación de que los drásticos cambios a corto plazo podrían tener consecuencias nefastas para las comunidades que no están preparadas para afrontar desastres sin apoyo federal.
Estados como California, Texas y Florida probablemente podrían asumir las expectativas cambiantes, dados sus abultados presupuestos estatales y su robusta infraestructura de gestión de emergencias, según el documento. Sin embargo, la FEMA reconoce que los estados más pequeños probablemente tendrían dificultades.
Aun así, la expectativa de la agencia es que los estados y el público enfrenten una mayor responsabilidad a la hora de comprar seguros y construir en áreas menos riesgosas y con estándares de infraestructura más elevados.
Con Noem al mando, el DHS ha ejercido un control extraordinario sobre la FEMA desde que Trump asumió el cargo.
Noem recientemente tomó la inusual medida de bloquear temporalmente todos los pagos de la FEMA a su estado natal de Dakota del Sur, incluidos los fondos para ayudar a las comunidades a recuperarse de tormentas e inundaciones severas, según múltiples fuentes y comunicaciones internas obtenidas por CNN.
A principios de abril, un funcionario del DHS se comunicó con la FEMA y le dijo al personal de la agencia que habían “recibido instrucciones para pausar los pagos de cualquier subvención a los beneficiarios en el estado de Dakota del Sur (SD) en espera de una revisión por parte de la secretaria”, según un correo electrónico obtenido por CNN.
El personal de la FEMA no recibió ninguna explicación sobre la pausa, según las fuentes, y añadieron que una directiva de este tipo —especificar a un estado para una pausa de pagos generalizada— era inaudita en la agencia de ayuda en caso de desastre. El hecho de que Noem retuviera dinero para su estado natal los desconcertó aún más.
“No recuerdo ningún caso en el que la oficina del secretario haya pausado o solicitado revisiones sobre un estado en particular”, declaró a CNN el exjefe de gabinete de la FEMA, Michael Coen, quien sirvió durante las administraciones de Biden y Obama. “Es alarmante. Las personas en puestos designados no deberían usar su influencia para afectar los recursos que aportan los contribuyentes”.
En un correo electrónico a CNN, un portavoz del DHS negó que el Departamento haya ordenado a la FEMA pausar los pagos a Dakota del Sur.
“Eso no es exacto”, escribió el portavoz. “La secretaria revisa cada subvención según la necesidad, no la discriminación por estado”.
Casi tres semanas después de la pausa inicial, el DHS revirtió repentinamente la directiva. En cuestión de días, el Departamento de Seguridad Nacional emitió un comunicado de prensa anunciando la distribución de US$ 5,3 millones a Dakota del Sur para apoyar la ayuda en casos de desastre, las iniciativas antiterroristas y otras necesidades de seguridad.
“Me complace anunciar que los habitantes de Dakota del Sur recibirán el apoyo necesario para reconstruirse tras los desastres y protegerse de amenazas humanas como el terrorismo”, declaró Noem. “Esto es lo que debería hacer el Gobierno federal: apoyar a los estados mientras toman la iniciativa en la protección de su propia seguridad”.
La pausa es solo el último incidente que ha desconcertado a algunos en la FEMA, quienes creen que los funcionarios de la administración Trump están politizando con fondos cruciales e interfiriendo en la gestión de emergencias a un nivel nunca antes visto. CNN reportó previamente preocupaciones similares después de que la administración ordenara a la agencia priorizar ciertos pagos a Missouri y Virginia, estados gobernados por el Partido Republicano.
Durante su tiempo en la FEMA, Hamilton, a quien Trump nombró para supervisar la agencia al asumir el cargo, tuvo enfrentamientos con Corey Lewandowski, un antiguo aliado de Trump que actualmente trabaja con el DHS y Noem como funcionario especial del Gobierno, según informaron a CNN varias fuentes con conocimiento de su relación. A pesar de los reiterados llamados de Trump y Noem para desmantelar la FEMA, Hamilton creía cada vez más que preservar la FEMA era lo mejor para el pueblo estadounidense, incluso si la agencia necesitaba una reforma significativa.
Finalmente, Lewandowski impulsó la decisión de despedir a Hamilton y reemplazarlo por Richardson, un conocido de toda la vida, según múltiples fuentes con conocimiento de la situación. En 2019, Lewandowski escribió una reseña del libro de Richardson, afirmando que “¡hará que los liberales se estremezcan!”.
CNN contactó a Richardson y Lewandowski para esta historia.
Hamilton fue despedido de la FEMA sin contemplaciones. El miércoles pasado, apenas horas antes de su comparecencia ante el Capitolio, fue informado por error de su inminente despido, después de que el Departamento de Seguridad Nacional notificara al personal de seguridad de la FEMA que pronto se le suspendería el acceso, según varias fuentes. El DHS informó entonces a los directivos de la FEMA que se había cometido un error, según las fuentes, aunque finalmente fue despedido al día siguiente.
La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, culpó posteriormente al testimonio de Hamilton por su despido, afirmando: “Este individuo testificó diciendo algo contrario a las creencias del presidente y a los objetivos de esta administración con respecto a la política de la FEMA”. Varias fuentes afirman que la decisión de despedir a Hamilton se gestó durante semanas.
Richardson ofreció su propia opinión sobre el despido de Hamilton durante su entrevista con un canal de radio conservador, diciendo: “Quizás Cam se desvió al expresar una opinión personal. Y yo no tengo ninguna opinión personal al respecto. En mi opinión personal, estoy aquí para ejecutar la agenda del presidente Trump”.
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