Así fue cómo agentes de inmigración trataron de construir el caso de que la Universidad de Columbia “albergaba a extranjeros”
Por Shimon Prokupecz, CNN
Equipos de agentes federales revisaron bases de datos, obtuvieron fotografías, tocaron puertas y escucharon lo que les pareció que era una mujer hablando con acento indio. Además, estuvieron vigilando durante días y solicitaron grabaciones de video y datos de tarjetas de acceso mientras intentaban construir un caso para mostrar que la Universidad de Columbia albergaba ilegalmente a estudiantes que se consideraban perjudiciales para Estados Unidos, según documentos judiciales recientemente revelados.
Cuando el Gobierno de Trump comenzó a tener en la mira a estudiantes extranjeros, a principios de marzo, los agentes de inmigración irrumpieron en el barrio neoyorquino que rodea la Universidad de Columbia, lo que culminó en una dramática escalada de violencia que incluyó a agentes ejecutando órdenes de registro en propiedades universitarias.
Los documentos judiciales, incluida una declaración jurada de orden de registro recién desclasificada, revelan que las autoridades fueron más allá de lo que se sabía anteriormente, en su política dirigida a los estudiantes y a la universidad.
El 14 de marzo se hizo evidente que la institución de la Ivy League de 250 años de antigüedad, y no solo los individuos, estaba en la mira del Gobierno. Fue ese día, en el Departamento de Justicia, cuando el fiscal general adjunto Todd Blanche dijo a una audiencia (con el presidente Donald Trump entre ellos): “Anoche trabajamos con el Departamento de Seguridad Nacional para ejecutar órdenes de registro de una investigación sobre la Universidad de Columbia por albergar y ocultar a extranjeros indocumentados en su campus. Esa investigación está en curso, y también estamos investigando si el manejo de incidentes anteriores por parte de Columbia violó las leyes de derechos civiles e incluyó delitos de terrorismo. Esto es algo que se debía hacer desde hace mucho tiempo”.
Blanche habló seis días después de que agentes del Gobierno detuvieran al residente legal y permanente, graduado de Columbia, Mahmoud Khalil, frente a su esposa embarazada, en un edificio de apartamentos propiedad de la universidad.
Los informes de agentes de ICE en el campus se extendieron por toda Columbia, la cual declaró a CNN en ese momento que “ha cumplido y seguirá cumpliendo con la ley” y organizó una asamblea pública para los estudiantes preocupados.
No obstante, los documentos desclasificados como parte de un caso legal en curso ahora muestran que el Gobierno se había centrado en dos estudiantes para usar como evidencia de que Columbia no estaba cumpliendo la ley.
Una declaración jurada solicitando las órdenes de registro de las que habló Blanche revela que el Departamento de Justicia emitió una citación a Columbia “exigiendo la producción inmediata de ciertos registros y comunicaciones”. Columbia, según la declaración jurada, había reunido el material, pero no lo había entregado, lo que hizo necesarias las búsquedas en los hogares de los dos estudiantes que el Gobierno decía que la universidad estaba “albergando”.
Una de las estudiantes era Ranjani Srinivasan, candidata a doctorado en arquitectura, que estaba en EE.UU. con una visa de estudiante. La otra era Yunseo Chung, residente permanente nacida en Corea del Sur que había vivido en EE.UU. desde que tenía siete años.
Los abogados de las mujeres dicen que no tienen conexiones entre sí. Ninguna ha sido detenida.
En marzo, Srinivasan recibió un correo electrónico donde se le decía que su visa había sido cancelada, y ella declaró a CNN que estaba tratando de averiguar qué había sucedido cuando los agentes federales llegaron por primera vez a su puerta.
“Fue mi compañera de cuarto quien escuchó el golpe y reconoció de inmediato que era la policía”, dijo Srinivasan a CNN. “Ella les preguntó: ‘¿Tienen una orden?’ Y tuvieron que decir: ‘No’”.
Su compañera de piso estadounidense se negó a dejar entrar al agente, en una secuencia que posteriormente se utilizó en la declaración jurada para indicar que existía causa probable para un registro.
“Cuando los agentes llamaron a la puerta… una mujer no identificada respondió, con un acento que los agentes reconocieron como de la India”, decía la declaración jurada. “La mujer no identificada no abriría la puerta sin una orden y posteriormente cerró el cerrojo”.
Srinivasan no sabía por qué le cancelaron la visa, aunque ahora se sabe que eso ocurrió al mismo tiempo que miles de estudiantes internacionales vieron modificados sus registros en las bases de datos, lo que llevó a que se les prohibiera asistir a clases y trabajar, se les diera de baja de las universidades e incluso se les aconsejara abandonar el país.
Cuando Srinivasan decidió dejar EE.UU. en lugar de arriesgarse a ser detenida, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, celebró y la llamó “simpatizante del terrorismo”.
Para Chung, el primer indicio de que estaba siendo perseguida llegó el 8 de marzo, cuando el Departamento de Justicia envió un correo electrónico a Columbia alertándolos sobre una orden de arresto de inmigración para ella. Eso fue solo tres días después de que la estudiante de tercer año fuera detenida durante una actividad de protesta en el campus cuando estaba con un grupo que, según la policía, se negó a irse. Fue arrestada por cargos menores, que desde entonces han sido desestimados.
Sin embargo, el Departamento de Seguridad Nacional la reportó al secretario de Estado, Marco Rubio, quien la designó como una amenaza, junto con Khalil, de acuerdo con un memorando de Rubio sin fecha.
“He determinado que las actividades y la presencia de estas extranjeras en Estados Unidos podrían tener potencialmente serias consecuencias adversas para la política exterior y comprometerían un interés de política exterior apremiante de EE.UU.”, escribió Rubio en el memorando, señalando que ambas serían deportadas.
La declaración jurada muestra que funcionarios del Gobierno solicitaron a Columbia que se les permitiera entrar en la residencia universitaria de Chung, pero ese permiso fue denegado. En ese momento, Columbia no les permitió el acceso sin una orden judicial.
Por su parte, Chung contrató abogados que notificaron al Gobierno que no se entregaría.
El agente federal que escribió la declaración jurada dijo que no estaba al tanto de si Chung había dejado su apartamento universitario y que encontrarla allí podría ser evidencia de que Columbia estaba “albergando a un extranjero”.
Reconoció que Srinivasan había dejado EE.UU. rumbo a Canadá, aunque erróneamente dijo que su vuelo desde el aeropuerto LaGuardia de Nueva York la llevó a Montreal, cuando fue a Toronto.
Aun así, escribió en la declaración jurada: “La Universidad de Columbia se ha negado, y continúa negándose, a permitir que los agentes de inmigración localicen y arresten a Ranjani Srinivasan y Yunseo Chung en su vivienda estudiantil y estaban y están, por lo tanto, ocultando, albergando o protegiendo de la detención de los extranjeros deportables Ranjani Srinivasan y Yunseo Chung, o conspiran para hacerlo”.
Nathan Yaffe, exabogado de Srinivasan y parte del equipo que representa a Chung, dijo que esto “no tiene sentido”.
“Es incoherente ir a un juez y decir: ‘el 8 de marzo terminamos el estatus de estudiante de esta persona y en 72 horas salió de Estados Unidos, pero vamos a presentar cargos por albergar a la institución donde residía’”, declaró a CNN. “Eso es totalmente extraño”.
Las órdenes de registro fueron autorizadas por un juez del Tribunal de Distrito el 13 de marzo. Esa noche, agentes federales exigieron entrar al apartamento de Srinivasan, con las órdenes permitiéndoles buscar cualquier registro, como un contrato de arrendamiento, boletos de avión o correos electrónicos y cartas del personal de Columbia que pudieran usarse como evidencia.
La compañera de cuarto de Srinivasan grabó el encuentro en su teléfono celular. El video, obtenido en exclusiva por CNN, muestra a agentes de Seguridad Nacional enmascarados entrando al apartamento. Le dicen a la compañera de cuarto que están allí para “buscar a alguien más en el apartamento”, y preguntan si alguna de las pertenencias de Srinivasan están en el apartamento. La compañera de cuarto responde que algunos artículos todavía estaban en su habitación.
Srinivasan había salido dos días antes y se había llevado la mayoría de sus pertenencias, pero algunos artículos permanecían. Los agentes le dijeron a la compañera de cuarto que estaban allí para buscar dispositivos electrónicos y documentos relacionados con Srinivasan. La búsqueda duró solo 3,5 minutos, y los agentes se fueron sin llevarse nada.
También fueron al apartamento de Chung y no se llevaron nada, de acuerdo con una presentación judicial de su abogado.
Srinivasan declaró a CNN: “Esta declaración jurada confirma lo que sé desde hace tiempo: fui objeto de persecución ilegal por parte de las fuerzas del orden. El Departamento de Seguridad Nacional y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas falsearon mi estatus migratorio para obtener una orden de registro, lo que constituye una violación tanto del proceso legal como de los derechos personales”.
Todavía quiere completar su doctorado. “Columbia aún tiene la oportunidad de corregir este error al volver a inscribirme y defender a los estudiantes internacionales que están siendo objeto de acciones gubernamentales ilegales”, afirmó.
Chung está luchando contra los intentos del Gobierno por deportarla. Un juez, por ahora, ha impedido su detención, pero ella permanece escondida a la espera de su próxima audiencia judicial, el 29 de mayo.
CNN ha encontrado que la acción legal también sigue contra Columbia.
Varios estudiantes y algunos miembros del personal de la universidad han recibido instrucciones de conservar documentos de la escuela después de que Columbia recibiera múltiples citaciones, de acuerdo con una persona familiarizada al tanto de la investigación.
Según un funcionario familiarizado con la política legal de la universidad, “Columbia cumplió cuando la ley lo exigía”.
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Rachel Clarke de CNN contribuyó a esta historia.