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¡Buenas noticias! Los precios están bajando, pero las razones podrían no ser tan buenas

Por Matt Egan, CNN

La tasa de inflación más baja en cuatro años fue posible gracias a una tendencia que seguramente hará sonreír a los estadounidenses: la caída de precios.

Los precios de los huevos cayeron entre marzo y abril, la mayor caída desde 1984, según la Oficina de Estadísticas Laborales. Los autos y camiones usados se abarataron inesperadamente a pesar de los aranceles automotrices. Lo mismo ocurrió con la ropa.

Estas caídas de precios son alentadoras y deberían ayudar a las familias que sufren por el alto costo de vida.

Pero no todas las caídas de precios son iguales. Algunas de las buenas noticias sobre la inflación podrían estar ocurriendo por una mala razón: una economía debilitada.

En el informe del martes, algunas caídas de precios insinúan una demanda más débil de los consumidores que enfrentan una avalancha de cambios de políticas desde Washington, una guerra comercial confusa y turbulencias en los mercados financieros.

Por ejemplo, las tarifas aéreas cayeron un 2,8 % en abril, marcando la tercera caída mensual consecutiva. Los precios de hoteles, moteles y otros alojamientos fuera de casa también bajaron. Los precios de las entradas para eventos deportivos cayeron un 12,2 %, la mayor caída mensual registrada.

“Esos son signos reveladores de estrés del consumidor. Este es el caos diario interminable que está cobrando un costo en la economía”, dijo Joe Brusuelas, economista jefe de RSM.

Samuel Tombs, economista jefe de EE.UU. en Pantheon Macroeconomics, escribió en una nota el martes que la alta incertidumbre y la confianza anémica del consumidor están causando una “demanda débil” para algunos servicios discrecionales.

Tombs señaló, por ejemplo, que las búsquedas en Google de frases que incluyen “vuelos” fueron muy bajas en abril.

Ante la demanda frágil, algunas empresas se han visto obligadas a bajar sus precios para atraer clientes. Y eso, a su vez, ha ayudado a reducir la tasa de inflación anual al 2.3% en abril, la tasa anual más baja desde febrero de 2021.

Las caídas en las tarifas aéreas y los precios de los hoteles “pueden ser indicativas de una demanda debilitada para servicios discrecionales”, escribieron economistas de Bank of America en una nota el martes. “Eso merece atención en los datos de alta frecuencia… ya que podría ser evidencia de que el sentimiento está afectando el consumo”.

La confianza del consumidor ha caído este año en medio de preocupaciones generalizadas sobre los aranceles y la agitación en los mercados financieros. Sin embargo, esa caída en el sentimiento no se ha traducido en una reducción significativa del gasto del consumidor, el principal motor de la economía de EE.UU.

Otros argumentan que es demasiado pronto para concluir que la demanda del consumidor realmente está fallando.

El momento de la Pascua puede haber “alterado” los precios de los viajes aéreos, hoteles y otros lugares, señaló Ryan Sweet, economista jefe de EE.UU. en Oxford Economics. Dijo que la caída en los precios de los deportes “podría ser más ruido que señal”.

“No creo que los consumidores estén corriendo hacia el búnker”, dijo Sweet a CNN en un correo electrónico. “Si los consumidores se estuvieran refugiando, reducirían las salidas a cenar y las visitas al cine”.

Aunque AMC Theatres ofrece un 50 % de descuento en boletos los miércoles este verano, los restaurantes no están vacíos.

De hecho, el número de comensales sentados en Estados Unidos a partir de reservas en línea fue un 10 % más alto en abril en comparación con el año anterior, según datos de OpenTable. Los comensales sentados hasta ahora en mayo han aumentado un 8 %.

Y los restaurantes no parecen estar reduciendo precios para atraer comensales.

La BLS encontró que los precios de los alimentos para comidas y refrigerios de servicio completo aumentaron un 0,6 % entre marzo y abril, superando la inflación general.

Un ejemplo obvio de demanda débil es el de las tarifas aéreas.

Algunas aerolíneas importantes han reducido recientemente su orientación financiera debido a preocupaciones sobre la salud de la economía de EE.UU.

Delta Air Lines advirtió el 9 de abril que “el crecimiento se ha estancado en gran medida” debido a la “incertidumbre económica generalizada en torno al comercio global”. (El presidente Donald Trump retiraría más tarde ese día algunos de sus aranceles “recíprocos” más agresivos, haciendo que los mercados de EE.UU. se dispararan).

American Airlines dijo a CNBC el mes pasado que los viajes de ocio nacionales “cayeron considerablemente” a partir de febrero.

Por supuesto, las tarifas aéreas más baratas no se deben únicamente a una demanda de viajes más débil por parte de los consumidores estadounidenses.

Otro factor: los viajes extranjeros a Estados Unidos se han enfriado.

Los visitantes extranjeros a Estados Unidos por aire han disminuido un 2,5 % hasta finales de abril, según la Administración de Comercio Internacional del Departamento de Comercio. United Airlines informó de descensos constantes en los pasajeros internacionales que se originan en Europa y Canadá.

Goldman Sachs dijo que la caída en las tarifas aéreas y los precios de los hoteles puede reflejar “una demanda más débil para viajes de negocios y gubernamentales y del turismo extranjero”.

Las aerolíneas también han podido reducir las tarifas aéreas porque el combustible se ha abaratado como resultado de la caída de los precios del petróleo.

La caída de los precios del petróleo también ayudó a reducir la tasa de inflación al bajar los precios en las gasolineras.

Los precios del petróleo crudo de EE.UU. cayeron la semana pasada a un mínimo de cuatro años de US$ 57,13 por barril, aunque desde entonces han rebotado a alrededor de US$ 64.

La caída de los precios del petróleo ha sido impulsada tanto por factores “buenos”, a saber, más suministro de la OPEP y una producción casi récord de los productores estadounidenses, como por razones “malas” como preocupaciones sobre la salud de la economía mundial y las consecuencias de la guerra comercial.

No importa la causa, muchos economistas temen que las lecturas de inflación moderadas no duren debido a la guerra comercial.

Marco Casiraghi, economista sénior y estratega de Evercore ISI, dijo a CNN que el impacto en los precios de los aranceles históricamente altos se fortalecerá en los próximos meses.

“Sabemos que viene”, dijo Casiraghi. “Esto parece la calma antes de la tormenta”.

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