Por qué India y Pakistán están al borde de una guerra total
Por Sophia Saifi, Rhea Mogul y Jessie Yeung, CNN
India lanzó ataques militares contra Pakistán este miércoles, y Pakistán afirmó haber derribado cinco aviones de la Fuerza Aérea India. Esto es lo que ha llevado a ambas naciones al borde de la guerra.
Esta escalada pone a India y Pakistán, dos vecinos con un largo historial de conflicto, en una situación peligrosa. Islamabad ha prometido tomar represalias contra los ataques de India y la comunidad internacional ha pedido moderación.
Nueva Delhi afirmó que los ataques son una respuesta a la masacre de 26 personas, en su mayoría turistas indios, que murieron en abril cuando hombres armados irrumpieron en un pintoresco paraje montañoso en la parte de Cachemira administrada por India, una región fronteriza en disputa. India ha culpado a Pakistán del ataque, algo que Islamabad niega.
Esto es lo que sabemos hasta ahora:
India lanzó la “Operación Sindoor” en la madrugada de este miércoles, hora local (martes por la noche, hora de Miami), afirmando que su objetivo era atacar “infraestructura terrorista” tanto en Pakistán como en la Cachemira administrada por Pakistán.
Las autoridades indias dijeron que nueve sitios fueron atacados, pero explicaron que ningún sitio civil, económico o militar pakistaní fue alcanzado. Indicaron que la operación, de 25 minutos de duración, tuvo como objetivo la “infraestructura terrorista” perteneciente a dos grupos militantes: Lashkar-e-Tayyiba y Jaish-e-Mohammed.
El nombre “Sindoor” parece ser una referencia al bermellón rojo, o polvo, que muchas mujeres hindúes usan en la frente después del matrimonio. La masacre de turistas de abril dejó viudas a varias mujeres indias.
Pero Pakistán presenta una visión diferente de los ataques, afirmando que hubo civiles muertos y mezquitas impactadas. CNN aún no ha verificado estas afirmaciones.
Un portavoz militar pakistaní afirmó que seis lugares fueron alcanzados por 24 ataques. Algunos de estos ataques impactaron la densamente poblada provincia de Punjab, según el Ejército pakistaní, y fueron los más profundos que India ha golpeado dentro de Pakistán desde 1971, cuando ambos países libraron una de sus cuatro guerras.
Fuentes de seguridad pakistaníes afirmaron haber derribado cinco aviones de la Fuerza Aérea India y un dron durante el ataque.
No especificaron exactamente dónde ni cómo fueron derribados los aviones, pero indicaron que entre ellos se encontraban tres Rafale. Los cazas Rafale de la India son valiosos activos militares que compró a Francia hace apenas unos años.
India no ha confirmado la pérdida de ningún avión. CNN no ha podido verificar la afirmación y se ha puesto en contacto con el Gobierno y el Ejército indios para obtener comentarios.
Un testigo presencial y un funcionario del Gobierno local dijeron que una aeronave no identificada se estrelló en la aldea de Wuyan, en la Cachemira administrada por la India. Fotos publicadas por la agencia de noticias AFP mostraban restos de la aeronave en un campo junto a un edificio de ladrillo rojo.
Las fotos no aclararon de inmediato a quién pertenecía la aeronave.
El primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, declaró este miércoles que el país “tiene todo el derecho” a responder, calificando las acciones de la India de “acto de guerra”.
Al menos 26 civiles murieron y 46 resultaron heridos por los ataques de la India, según declaró un portavoz militar pakistaní a la agencia de noticias Reuters.
El teniente general Ahmed Sharif Chaudhry, portavoz del Ejército pakistaní, indicó que entre los fallecidos se encuentran adolescentes y niños, el menor de los cuales tenía tres años.
Siete civiles en la Cachemira administrada por la India también murieron por los bombardeos de las tropas pakistaníes desde el otro lado de la frontera, informó Reuters, citando a la Policía local.
Este miércoles, ambas partes intercambiaron bombardeos y disparos a través de la Línea de Control (LC), la frontera de facto que divide Cachemira.
Las autoridades de la Cachemira administrada por la India han ordenado a los ciudadanos que evacuen las zonas consideradas peligrosas, afirmando que se les proporcionará alojamiento, alimentos y medicamentos.
Los ataques han interrumpido los vuelos, y Pakistán ha cerrado partes de su espacio aéreo. Varias importantes aerolíneas internacionales están evitando sobrevolar Pakistán, mientras que varias aerolíneas indias han informado de vuelos interrumpidos y aeropuertos cerrados en el norte del país.
Un poco de contexto: Se han producido intercambios de disparos regulares a lo largo de la Línea de Control en las semanas posteriores a la masacre de Pahalgam.
Cachemira, de mayoría musulmana, ha sido un punto álgido en las relaciones entre India y Pakistán desde que ambos países se independizaron del Reino Unido en 1947.
Las dos naciones que surgieron de la sangrienta partición de la India británica –India, de mayoría hindú, y Pakistán, de mayoría musulmana– reclaman Cachemira en su totalidad y, meses después de obtener la independencia, libraron la primera de sus tres guerras por el territorio.
La región dividida es ahora uno de los lugares más militarizados del mundo.
India ha acusado durante mucho tiempo a Pakistán de albergar allí a grupos militantes que realizan ataques a través de la frontera, algo que Islamabad ha negado durante mucho tiempo.
La masacre en el centro turístico de Pahalgam en abril desató la indignación generalizada en India, ejerciendo una fuerte presión sobre el Gobierno nacionalista hindú del primer ministro Narendra Modi.
India culpó inmediatamente a Islamabad, lo que desencadenó represalias recíprocas. Ambos países degradaron sus relaciones, cancelaron visas a sus respectivos ciudadanos y vieron a India retirarse de un tratado clave para compartir aguas.
Las tres guerras anteriores por Cachemira han sido sangrientas; la última, en 1999, cobró la vida de más de 1.000 soldados pakistaníes, según las estimaciones más conservadoras.
En las décadas transcurridas desde entonces, grupos militantes se han enfrentado a las fuerzas de seguridad indias, con la violencia cobrando la vida de decenas de miles de personas. Ambos países se han enfrentado en múltiples ocasiones, la más reciente en 2019, cuando India realizó ataques aéreos en Pakistán tras culpar a Islamabad de un atentado suicida con coche bomba en la región.
Pero esos enfrentamientos recientes no derivaron en una guerra abierta. Ambas partes son conscientes de los riesgos; desde 1999, ambos países han trabajado para fortalecer sus Ejércitos, incluyendo la adquisición de armas nucleares.
Los ataques han generado alarma mundial y han generado súplicas para que ambas naciones eviten una mayor escalada.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, expresó su profunda preocupación por los ataques de la India, advirtiendo que el mundo no puede permitirse una confrontación militar entre ambos países.
Estados Unidos, que la semana pasada instó a la moderación a ambos países, afirmó estar siguiendo de cerca los acontecimientos, según un portavoz del Departamento de Estado.
“Estamos al tanto de los informes, pero no tenemos una evaluación que ofrecer en este momento”, declaró el portavoz este martes. “Esta situación sigue evolucionando y seguimos de cerca los acontecimientos”.
Los Emiratos Árabes Unidos, China y Japón también han instado a ambas partes a reducir la tensión.
Un alto funcionario del Gobierno indio declaró a CNN que Nueva Delhi había informado a sus homólogos internacionales sobre las medidas adoptadas, incluyendo a Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido, Arabia Saudita y Rusia.
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