Economía de EE.UU. cae en primer trimestre y se acerca a la recesión por los abruptos cambios de política de Trump
Por Bryan Mena, CNN
La economía estadounidense acaba de tener su peor trimestre desde 2022, ya que los importantes cambios de política del presidente Donald Trump inquietaron a los consumidores y a las empresas.
El producto bruto interno (PBI), que mide todos los bienes y servicios producidos en la economía, registró una tasa anualizada de -0,3 % en el primer trimestre, dijo este miércoles el Departamento de Comercio.
Se trata de una fuerte desaceleración respecto de la tasa del 2,4 % del cuarto trimestre de 2024, y mucho peor que la tasa del 0,8 % proyectada por los economistas. El PBI está ajustado por las oscilaciones estacionales y la inflación.
Las acciones estadounidenses abrieron a la baja tras la publicación del informe del PBI: el Dow Jones bajó 400 puntos (un 1 %). El S&P 500 cayó un 1,5 % y el Nasdaq Composite, con un fuerte componente tecnológico, se desplomó un 2,2 %.
El Gobierno de Trump ha estado en una caótica ola de aranceles durante los últimos meses, que intensificaron las tensiones comerciales con China e inquietaron a los estadounidenses. La mayoría de los economistas afirman que el monumental intento de Trump por reestructurar el comercio mundial probablemente disparará la inflación en Estados Unidos e incluso desembocará en una recesión.
El presidente, sin embargo, desvió la culpa de las débiles cifras reflejadas en el primer informe económico de su segundo mandato.
“Nuestro país prosperará, pero tenemos que deshacernos del ‘exceso’ de Biden”, escribió este miércoles en una publicación en redes sociales. “Esto tardará un poco, no tiene nada que ver con aranceles, solo que nos dejó con malas cifras, pero cuando comience el auge, será como ningún otro. ¡¡¡Tengan paciencia!!!”
El declive de la economía se debió a un mayor déficit comercial —resultado de que los estadounidenses adelantaron sus compras para evitar los aranceles de Trump— y a recortes en el gasto público, según un comunicado. Las importaciones se dispararon del -1,9 % en el cuarto trimestre al 41,3 % en los tres primeros meses del año. Mientras tanto, las exportaciones registraron una tasa del 1,8 %.
Cuando las importaciones superan a las exportaciones, esto reduce el PBI, y ese fue el mayor lastre para el crecimiento en el primer trimestre. La diferencia entre importaciones y exportaciones fue que más ha afectado el PBI desde 1947, fecha desde la que se tienen registros.
Hubo varias señales de debilidad en el primer informe económico del segundo mandato de Trump, pero no todo fue pesimismo.
El gasto de los consumidores, que impulsa aproximadamente el 70 % de la economía estadounidense, se desaceleró drásticamente en el primer trimestre y alcanzó una tasa del 1,8 %, una reducción considerable respecto al 4 % del trimestre anterior. Esta desaceleración se debió principalmente a que los estadounidenses recortaron su gasto en bienes, y fue la tasa más baja desde mediados de 2023.
El gasto público también afectó a la economía: los desembolsos federales cayeron del 4 % al -5,1 % durante el mismo período.
Mientras tanto, las empresas aumentaron su gasto, probablemente para anticiparse a cualquier aumento de precios previsto derivado de los aranceles de Trump. La inversión empresarial en el primer trimestre se expandió a una tasa del 9,8 %, un fuerte aumento desde el -3 % del cuarto trimestre.
En una buena noticia, las ventas finales a compradores domésticos privados —un indicador clave de la demanda subyacente en la economía— se aceleraron al 3 % en el primer trimestre, en comparación con el 2,9 % del cuarto trimestre.
Si bien el último informe del PBI indica el debilitamiento de la economía en comparación con el año pasado, eso no significa necesariamente que los estadounidenses estén en medio de una recesión.
Una recesión se define técnicamente como una contracción generalizada de la economía —que abarca el mercado laboral, el gasto del consumidor, la actividad industrial y la inversión empresarial— que dura más de unos pocos meses. Y aunque pueda parecer una recesión, según las encuestas la economía se mantiene en buena forma en algunos frentes importantes.
El desempleo sigue siendo relativamente bajo (4,2 % en marzo), las empresas siguen invirtiendo en sus operaciones y los consumidores aún no han reducido su gasto de manera significativa, según muestran los datos del gobierno.
Aun así, la economía puede empeorar rápidamente, especialmente si Trump aumenta la apuesta en su ofensiva arancelaria.
“No creo que podamos hablar de una recesión a partir de estos datos en este momento, pero es una señal de que estamos en un límite muy estrecho, donde cuanto más tiempo permanezcan vigentes los aranceles, más probable es que nos dirijamos hacia una recesión económica”, dijo Gregory Daco, economista jefe de Ernst & Young, a Matt Egan de CNN.
Un informe separado publicado este miércoles mostró una caída abrupta en las contrataciones por parte de las empresas del sector privado estadounidense, lo que no augura nada bueno para el crecimiento económico en el futuro.
Los empleadores crearon tan solo 62.000 empleos en abril, según el último informe mensual de la empresa de nóminas ADP, publicado el miércoles por la mañana. Esta cifra está muy por debajo de los 147.000 empleos creados en marzo.
“’Inquietud’ es la palabra del día. Los empleadores intentan conciliar la incertidumbre política y del consumidor con una serie de datos económicos mayoritariamente positivos”, declaró Nela Richardson, economista jefe de ADP, en un comunicado. “Puede ser difícil tomar decisiones de contratación en un entorno así”.
Una regla general para definir una recesión son dos trimestres consecutivos de PBI negativo, algo que aún no ha sucedido. La Oficina Nacional de Investigación Económica es el árbitro oficial de la recesión, aunque su decisión puede llegar muchos meses después del inicio oficial de la misma.
La última vez que la economía estadounidense estuvo en recesión fue en 2020, la cual duró solo dos meses y fue impulsada por la pandemia de covid-19. Antes de eso, fue la Gran Recesión, que duró de diciembre de 2007 a junio de 2009 y fue la crisis económica más grave desde la Gran Depresión.
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Alicia Wallace de CNN contribuyó con este informe.