¿Qué pasó en el caso de las madres deportadas a Honduras junto a sus hijos menores de edad que son ciudadanos de EE.UU.?
Por CNN en Español
La polémica campaña contra la inmigración del Gobierno de Estados Unidos sigue su curso y casos recientes han hecho sonar las alarmas porque involucran a niños que son ciudadanos estadounidenses.
En los primeros tres meses de su segundo mandato, la administración del presidente Donald Trump ha deportado a 139.000 inmigrantes. Entre esas deportaciones, se encuentran las de dos madres indocumentadas que fueron llevadas a Honduras junto a sus hijos menores de edad que son ciudadanos estadounidenses.
Mientras que el Gobierno estadounidense defiende las deportaciones llevadas a cabo, organizaciones de defensa de los migrantes han criticado el actuar de la administración y un juez programó una audiencia por una sospecha de haber deportado a un ciudadano estadounidense sin el debido proceso.
Dos deportaciones han generado preocupación y debate por la expulsión de madres indocumentadas hondureñas junto a sus hijos ciudadanos.
El viernes 25 de abril, un juez federal dijo que una ciudadana estadounidense de 2 años fue deportada con su madre a Honduras.
Terry Doughty, juez de distrito de EE.UU., dijo que la niña, identificada en los documentos judiciales como V. M. L., fue liberada en Honduras el viernes por la tarde junto a su madre.
Unos días antes, el martes 22 de abril, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) de EE.UU. detuvo a la madre junto a la niña ciudadana estadounidense de 2 años y junto a su hermana de 11 años mientras la mamá “asistía a un control de rutina” con la agencia federal.
Los abogados de la familia presentaron una petición de emergencia el jueves, solicitando al tribunal que ordenara la “liberación inmediata” de la niña por parte de ICE, ya que, dijeron, “carecen de cualquier autoridad legal o constitucional” para detenerla como ciudadana estadounidense.
Sin embargo, la administración de Trump dice que la madre pidió a los funcionarios que llevaran a su hija con ella, según muestran documentos.
El juez Doughty dijo que la madre era indocumentada, pero fijó una audiencia para el 16 de mayo con respecto a la niña y señaló que “es ilegal e inconstitucional deportar, detener para deportación o recomendar la deportación de un ciudadano estadounidense”, citando un caso de deportación de 2012.
El Gobierno federal, dijo Doughty, “sostiene que todo esto está bien porque la madre desea que la niña sea deportada con ella… pero el tribunal no tiene conocimiento de eso”.
Honduras acatará las órdenes que dicte el juez de distrito Doughty en el caso del ciudadano estadounidense de 2 años, dijo el sábado la presidenta de Honduras, Xiomara Castro.
Los documentos judiciales presentados por el Gobierno de Trump en oposición a la petición de la familia señalan que la madre de la niña “hizo saber a los funcionarios de ICE que quería retener la custodia de V. M. L.” en una nota manuscrita y solicitó que la niña fuera con ella a Honduras.
De acuerdo con documentos judiciales, el padre fue contactado por un agente de ICE, quien dijo que la madre estaba bajo su custodia e informó al padre que ella y sus hijas de 2 y 11 años iban a ser deportadas. No se sabe con claridad si la niña de 11 años es ciudadana estadounidense.
“Escuchó a sus hijas llorar y a su pareja llorar. Le recordó a la madre de V. M. L. que su hija era ciudadana estadounidense y no podía ser deportada”, dicen los documentos.
Antes de que el padre pudiera terminar de proporcionar a la madre la información de contacto de sus abogados, escuchó al agente de ICE “quitarle el teléfono y colgar la llamada”, según la petición de emergencia de la familia.
Una madre fue detenida el jueves 24 de abril tras llevar a sus hijos de 4 y 7 años de edad a un registro del Programa de Comparecencia Bajo Supervisión Intensiva (ISAP) en Saint Rose, a las afueras de Nueva Orleans, según su abogada, Erin Hebert.
En el caso del hijo de 4 años, se trata de un niño que sigue en tratamiento por cáncer metastásico, según informaron la Unión estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) y el Proyecto Nacional de Inmigración (NIP), entre otras organizaciones, en un comunicado de prensa el viernes.
A la madre —quien ha vivido en el sur de Louisiana durante más de una década, pero no tenía estatus migratorio legal— se le pidió que llevara a los dos niños y sus pasaportes a la cita, según declaró Hebert a CNN el domingo.
Sin embargo, a su llegada, Hebert declaró que no le permitieron acompañar a la familia a la reunión. Entre 20 y 30 minutos después, le informaron a Hebert que la familia había sido detenida, pero los funcionarios se negaron a decirle adónde los habían llevado.
Más tarde, tras hablar con su cliente, Hebert se enteró de que dos agentes de ICE la estaban esperando en la cita.
Posteriormente, Hebert acudió a la oficina local de ICE en Nueva Orleans, donde, según dijo, presentó una suspensión de deportación que había preparado con antelación a la reunión con su cliente, con la esperanza de que permanecieran en el país.
A lo largo del día, contactó repetidamente a la oficina para preguntar dónde se encontraban detenidos, pero afirmó no haber recibido respuesta.
En la madrugada del viernes 25 de abril, la familia fue embarcada en un avión, según Hebert, y llevada a Honduras.
“Mis clientes fueron deportados a las 24 horas de su detención, sin tener acceso a mí”, declaró Hebert.
Según Gracie Willis, abogada y coordinadora de respuesta a redadas del NIP, las dos madres deportadas junto a sus hijos tenían órdenes de deportación emitidas en su ausencia, lo que significa que se perdieron un procedimiento judicial sobre sus casos de inmigración y, posteriormente, un juez emitió una orden de deportación.
“Algo les impidió estar presentes en una sola cita judicial”, declaró Willis, “y debido a eso, el juez dictó una orden de deportación en su contra”.
En documentos judiciales, el Gobierno estadounidense indicó que la madre de la niña de 2 años había solicitado llevarla con ella a Honduras, citando una nota manuscrita, supuestamente escrita por ella en español. El zar de la frontera de Trump, Tom Homan, y el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, coincidieron en esta afirmación en entrevistas el domingo por la mañana.
“Si alguien está en este país ilegalmente, es deportado. Si está con un niño de dos años, o tiene un niño de dos años y dice: ‘Quiero llevarme a mi hijo… conmigo’, entonces… tiene dos opciones. Puede decir que sí, por supuesto. Puede llevarse a su hijo, sea ciudadano o no, porque es su hijo. O puede decir que sí, puede irse, pero su hijo debe quedarse”, declaró Rubio en el programa “Meet the Press” de NBC.
Willis, sin embargo, rechazó la sugerencia de que la madre de V.M.L., quien además está embarazada, quisiera llevarse a su hijo a Honduras. La nota manuscrita, afirmó, “no constituye una declaración de deseo”.
La abogada del NIP negó que a ninguna de las madres se les hubiera dado la opción, y declaró a CNN el domingo que ambas deseaban que sus hijos permanecieran en Estados Unidos.
“Estas son madres, estas son mujeres embarazadas. Estos son niños”, declaró a CNN el domingo Alanah Odoms, directora ejecutiva de la ACLU de Louisiana. “Se trata de personas con enfermedades terminales o afecciones médicas muy graves que eran residentes respetuosos de la ley y que se registraban con ICE, como se les había indicado bajo supervisión”.
“Si ICE puede hacerles esto a estas madres y a estos niños, si ICE puede hacerles esto a los estudiantes en los campus universitarios… ninguno de nosotros está a salvo de este tipo de ilegalidad”, concluyó.
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Este artículo fue elaborado con información de Dakin Andone, Emma Tucker, Samantha Waldenberg, Betsy Klein y Alejandra Jaramillo, de CNN.